Uno de mis caprichos es dar por finalizados los días de museos y librerías con un buen cocktail. Los que me conocen bien saben que no suelo separarme de mi Old Fashioned a no ser que sea por obligación.
Es un cocktail, que como al arte, hay que dedicarle cierto tiempo y saborear cada gota. Debe beberse lentamente dejando que se combinen todos los sabores, desde un sutilmente agresivo principio hasta el suave y delicioso final. De apariencia elegante y delicada, el Old Fashioned nunca deja indiferente.
Pingback: Manual de Supervivencia del FIB | Clochards
Pingback: FIB II : preparando expectativas | Clochards